Kilómetros aproximados: 110.
Logramos
salir a las 8’45 y tras media hora de coche prácticamente toda por autovía,
llegamos a SANTA MARÍA DE GUÍA, uno de los pueblos que se quedaron sin ver en nuestra primera ruta por la isla, aparcamos
en zona azul, y fuimos paseando hacia la IGLESIA PARROQUIAL, nos
sorprendió que estuviera abierta a esas horas, así que ni lo pensamos,
directamente entramos, y la verdad es que es bien bonita. Resultó que estaba
una mujer limpiando, y muy amable nos encendió todas las luces para que la pudiéramos
ver en su esplendor, charlamos un momentillo con ella y nos fuimos.
Callejeamos
un poco, a esas horas relativamente tempranas de un día laborable, el pueblo
estaba muy tranquilo; era una gozada pasear por sus calles.
Llegamos
hasta la ERMITA DE SAN ROQUE, que solo pudimos ver por fuera; y ya dimos
por finalizada la visita del día.
Continuamos
hacía MOYÁ, para llegar aquí el
viaje ya trascurrió en gran parte del trayecto por carreteras locales. Tras
aparcar, fuimos directamente a la IGLESIA NUESTRA SEÑORA DE CANDELARIA,
esta la encontramos cerrada, pero aquí lo más destacable era el mirador que se
encuentra detrás de la Iglesia, con grandes vistas.
Paseamos
un poco por sus calles, y antes de irnos hicimos una parada para tomarnos un
cortadito bien calentito para reponer fuerzas, pues la temperatura durante la
mañana era bastante fresquita.
Muy cerca está la Reserva Natural Especial de Los Tilos, y decidimos acercarnos; aquí se encuentra la mayor concentración de Laurisilva (bosques de zonas húmedas y cálidas) de Gran Canaria. En el puesto de información nos dijeron que la ruta eran unos 2 km y muy sencillita, fue un agradable paseo por la naturaleza, escuchando el sonido del agua de la acequia que corría cerca y el cantar de algunas aves; había algún charco y algo de barro en algunas zonas, pero nada que complicara la ruta. Nos llevó cerca de una hora y nos gustó bastante.
La
siguiente parada fue en la costa, EL
ROQUE, un lugar pintoresco que no nos quisimos perder; a mí me gustó mucho.
Al
lado están las Piscinas Naturales del Charco de San Lorenzo.
Y ya nos
quedaba el último pueblo a visitar, el que el domingo por la lluvia no pudimos
ver, TEROR; teníamos hambre, pero
como el día estaba bastante nublado por aquí, lo primero que hicimos
aprovechando que no llovía, fue hacer unas fotos rapiditas de la calle principal, por si acaso se nos
torcía el día.
Al
fondo de la calle principal, en la plaza, la BASÍLICA NUESTRA SEÑORA DEL
PINO, sede de la Patrona de la isla.
Luego
buscamos un sitio para comer, pero no dimos muchas vueltas, en la Cafetería La Plaza, un bocadillo, un sándwich
y un par de cosas para picar, con las bebidas, costó 15 €.
La
verdad es que mereció la pena venir de nuevo a Teror, había muy poca gente, y
por fin pudimos visitarlo sin lluvia; desde luego su calle principal Calle
Real de la Plaza, es muy bonita; no en vano su Centro Histórico es uno de
los patrimonios más importantes de Canarias.
Cuando
nos fuimos hacia el coche, vimos un termómetro que marcaba una temperatura
bastante fresquita, no sé si esa sería la temperatura real pero seguro que no
se iba mucho.
Tras
esta visita volvimos a Las Palmas, satisfechos porque al final habíamos podido
ver todo lo que teníamos previsto, y también por haber podido ver Teror sin
lluvia y con apenas gente.
Descansamos
y organizamos el día de mañana, porque antes de irnos aún nos daba tiempo de
ver alguna cosa.
Al
final salimos casi a las 9, así que fuimos ya directos a cenar. Nos despedimos
de Las Palmas, en Bodegón Lagunetas,
pedimos unas papas arrugas, queso tierno, croquetas y un revuelto, que junto
con las cervezas nos costó 34 €.
Dimos
nuestro último paseo nocturno por Las Palmas, y luego una vez en casa vimos una
serie en la tablet, un poco de internet, comprobamos que nuestro vuelo de
mañana estaba en hora, y a dormir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario